miércoles, 21 de septiembre de 2011

Madreselva

Recuerdo mi primer día de clase de estadística... no de clase de estadística universitaria sino de clase de estadística en el colegio. La clase había comenzado con la siguiente frase: ¿Sabéis por qué cuando vais al supermercado siempre elegís la fila del cajero más lenta? Es fácil, si hay 4 cajeros teneis un 75% de posibilidades de equivocaros.

¡Y cuanta razón tenían la profesora y la estadística! Cuantas más opciones más probabilidades de equivocarse. ¿Será cierto que aumentar las opciones supone un aumento en la libertad del individuo? Si lo más probable es escoger el cajero más lento...

Ya lo decían en trainspotting como estilo de vida ejemplar: "Elige la vida. Elige un empleo. Elige una carrera. Elige una familia. Elige un televisor grande que te cagas. Elige lavadoras, equipos de compac disc y abrelatas eléctricos. Elige salud, colesterol bajo y seguros dentales. Elige pagar hipotecas a interés fijo. Elige un piso piloto... ¿Serán estas decisiones el mejor ejemplo de libertad? ¿Se podrá ser realemte libre si no se tiene la opción de no elegir todo esto? ¿Si la única opción que hay es la de entrar en el sistema y trabajar para vivir?

Está claro que nuestras decisiones son producto de influencias externas y por tanto vale la pena invertir millones de eurodólares en estudiar la conducta humana para conocer la respuesta del mercado ante un producto o servicio.

Pero... ¿Hasta qué punto será cierto que los que elegimos somos nosotros? ¿Estudian tanto nuestro comportamiento que llegan a conocer qué es lo que necesitamos o nos lo imponen?

Si las compañías de diseño más importantes del planeta se ponen de acuerdo con Pantone para decidir que el color de moda es el madreselva... ¿quién te ha dicho que has sido super original al comprarte una tostadora color rosa?